El año pasado decidimos no celebrar nuestro Patrón en una muestra de responsabilidad y cumpliendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, aunque aquel 8 de marzo todavía no sabíamos lo que se nos venía encima, de hecho fuimos testigos de las manifestaciones multitudinarias que se celebraron aquel mismo día en muchas ciudades y nosotros fuimos prudentes en no hacer celebraciones.

Este día que tendríamos que estar de celebración lo hemos querido dedicar a recordar a todas estas familias que han perdido algún ser querido, a todas esas personas que lo están pasando tan mal porque han perdido su trabajo, a todos los trabajadores que están en la lucha frente a esta pandemia y a los que trabajan en los servicios esenciales.

Desde el Colegio el año pasado en marzo pusimos nuestro pequeño granito de arena y viendo la falta de material de protección, se hizo un donativo de 5.000 euros a la Ciudad Autónoma para adquisición de dicho material y en abril se hizo otro donativo de 3000 euros al Banco de Alimentos.

El año que viene esperemos poder celebrar nuestro Patrón, será señal deque hemos vencido entre todos este virus, por eso nos encomendamos a nuestro Patrón para que interceda y nos proteja a todos y todas las enfermeras.

Os dejamos una pequeña memoria histórica del Patrón que nos representa.

San Juan de Dios fundó la Orden por él bautizada con su mismo nombre,teniendo por principal objetivo consolar a los enfermos, asistirlos en sus múltiples necesidades, curarles toda clase de enfermedades y hacerles pasar sus vidas lo mejor posible. Su lema es crear siempre el bien para las personas más desgraciadas. La Orden se extendió por los cinco continentes del Mundo, principalmente en Europa y América. Fue popularmente conocido como “El hermano limosnero”, “El enfermero”,“Santo de los Pobres” y “El Ecónomo”.

San Juan de Dios abordó con eficacia la organización de los espacios asistenciales mediante la clasificación de los enfermos por género, grupos etarios y enfermedades, algo impropio en su tiempo pero que él supo invocar y aplicar desde la perspectiva de la enfermería.

La mayoría de los ceutíes saben que San Juan de Dios estuvo trabajando en las Murallas Reales de Ceuta como obrero (picapedrero) por el año 1530. Su estancia en la ciudad está avalada en un mosaico situado a la izquierda del Cristo del Puente con la inscripción «Juan Ciudad y Duarte por el año 1530 residió en Ceuta y trabajó como obrero en las obras de fortificación de sus murallas. Subió a los cielos con el glorioso nombre de San Juan de Dios, el padre de los pobres. El Ayuntamiento de Ceuta perpetúa tan venturoso hecho histórico. Año de 2006».

También en Ceuta tiene dedicada en Ceuta una calle y la parroquia de San Juan de Dios.

El 8 de marzo de 1550, recién cumplidos los 55 años, fallecía Juan de Dios en Granada, de una pulmonía a consecuencia de haberse tirado al Genil para salvar a un joven. Día que se conmemora la Festividad del Patrón delas enfermeras y enfermeros.